Las orquídeas necesitan un agua blanda, por lo que el agua de lluvia es la ideal para ellas. La podemos recoger colocando colectores de agua en el jardín, o a la salida de los canalones, o con simples recipientes en el balcón cuando llueva. Para mantenerla en buenas condiciones, lo mejor es guardarla en un recipiente cerrado y alejado del sol.
Como sabemos, en Tenerife y en Canarias en general, el agua es dura, es decir, con alto contenido en cal, por lo que regar nuestras orquídeas con agua del grifo no es aconsejable. Sí la podemos utilizar si está filtrada a través de los procedimientos habituales que se encuentran en el mercado. Los filtros eliminan la cal y el cloro, pero también parte de otros elementos como algunos minerales y el calcio, por lo que podemos alternarla con agua de lluvia o mineral, que se compra embotellada, y contiene todos los minerales.
Desde orquídeas Tenerife, desaconsejo usar agua desmineralizada o destilada, ya que ha perdido todos los minerales y los oligoelementos útiles para las plantas, a no ser que mezclamos una parte de agua de grifo con tres de agua destilada.
El agua siempre debe estar a temperatura ambiente, y a la hora de pulverizar las plantas, aconsejo no humedecer las flores.
Para que las plantas tengan todos los nutrientes importantes, es importante abonar habitualmente, según la época del año. En primavera, gracias al aumento de las horas de luz, las orquídeas pueden asimilar más cantidad de nutrientes que en invierno. No debemos usar un abono normal, sino específico para estas plantas. Los que se venden en formato líquido son mucho más fáciles de utilizar, ya que sólo es necesario añadir la cantidad indicada por el fabricante en el agua de riego.
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